Introducción
El País, el periódico no deportivo con mayor difusión en España, con una tirada diaria de 450 mil ejemplares y que puede llegar a 750 mil los fines de semana, ha tomado una línea editorial claramente contraria a los gobiernos de izquierda que en los últimos años han surgido por América Latina, pese a considerarse como un diario de orientación socialdemócrata1.
En el caso concreto de Venezuela, El País utiliza sus artículos de opinión, reportajes, editoriales y hasta noticias como un mecanismo de desprestigio del Gobierno Bolivariano, violando con frecuencia las reglas deontológicas del periodismo y el propio libro de estilo del periódico. Es importante destacar que detrás del sesgo mediático del diario español en su cobertura sobre Venezuela se esconden los intereses comerciales y políticos de su dueño: el Grupo Prisa, el holding mediático que ocupa el 1. El año de publicación de los artículos de El País que se citan a lo largo del texto es 2008.
primer puesto en España en comunicación, educación, cultura y entretenimiento. En
2007 Prisa facturó 3.696 millones de euros y tuvo un beneficio antes de impuestos de 289 millones de euros, 73% más en relación con el año anterior, según el propio balance de la empresa. Prisa tiene presencia en 22 países y más de 13 mil empleados repartidos entre Europa y América, siendo especialmente importante su peso en América Latina. En el área editorial el grupo controla Santillana, dueña de los sellos Alfaguara, Altea, Aguilar, Taurus, El País-Aguilar, Punto de Lectura y Suma, además de otras en países como Portugal y Brasil. En radio posee más de 1.200 emisoras entre propias y asociadas distribuidas por España, Estados Unidos, México, Colombia, Costa Rica, Panamá, Argentina y Chile. El listado de medios audiovisuales bajo control de Prisa es igualmente bastante largo.
En Venezuela Prisa tiene fuertes lazos con el magnate mediático Gustavo Cisneros. Cisneros tiene una parte de acciones de Vía Digital, que forma parte de una de las empresas del Grupo Prisa, Sogecable. Es también uno de los socios estratégicos del grupo empresarial Valores Bavaria, a través del cual tiene presencia en el Grupo Latino de Radio, el holding en el que, con 87% de acciones, Prisa agrupa toda su actividad radiofónica fuera de España. Bavaria reaparece en Caracol Radio, cadena líder de Colombia donde Prisa posee 19% de acciones.2 Además, Prisa se relaciona de manera muy estrecha con otras empresas españolas que operan en Suramérica. Los medios de comunicación del grupo ganan millones de euros por año gracias a la publicidad de Repsol-YPF. 20% de las acciones de Sogecable pertenecen al gigante español Telefónica. Prisa tiene también vínculos con BBVA y BSCH, muy presentes en el sector financiero latinoamericano. En consecuencia, se puede hablar de “una red de confluencias entre las grandes empresas españolas de los sectores financiero, energético y comunicativo.”32. Véase una investigación sobre el tema del periódico español Diagonal: “Los intereses empresariales marcan el rechazo de Prisa a los gobiernos de Venezuela y Bolivia”,
http://diagonalperiodico.net/spip.php?article11453. Ibidem10 11
De todo lo hasta ahora señalado se desprende que el diario El País es tan sólo una de las cabezas de la Hidra de Prisa, aunque especialmente venenosa, que defiende, con sus desproporcionadas críticas al gobierno bolivariano, los intereses económicos de quienes se ven amenazados con las políticas económicas de recorte de beneficios de las grandes corporaciones y distribución de riqueza que se están poniendo en práctica.
Tratamiento de Venezuela en El País El País publicó, entre el 15 de enero y el 15 de marzo, 142 artículos sobre Venezuela, es decir, una media de 2,4 artículos por día. Esto demuestra la gran atención que Venezuela atrae en este periódico. Como veremos a continuación, la mayor parte de los artículos fueron escritos de manera parcial y desde una óptica muy crítica, hasta el punto de que la mayor parte de las noticias tienen un impacto negativoen el lector, y los artículos de opinión y editoriales suelen ser simplemente un panfleto en contra del presidente Chávez y su gobierno. Matrices de opinión en los artículos publicados sobre Venezuela en el diario El País entre el 15 de enero y el 15 de marzo Negativas o muy negativas 64% Positivas 07% Neutrales 29% Del total de 142 artículos que se publicaron entre el 15 de enero y el 15 de marzo, 91 fueron negativos o muy negativos, es decir 64%, y tan sólo 10 positivos, es decir: 7%; el resto fueron publicaciones neutrales. Matrices de opinión en editoriales del diario El País sobre Venezuela Muy Negativas 100% Los cinco editoriales escritos en El País sobre Venezuela durante los dos meses en los que se centra la presente investigación fueron muy negativos. Cabe destacar que es muy inusual y sospechoso que se dediquen tantos editoriales y tan parciales a un país extranjero de tamaño medio, sobre todo si lo comparamos con el hecho que de sobre Brasil, un país mucho más grande y poblado de la región, al que en Europa se suele llamar el “motor económico de América Latina”, no se le haya dedicado ni un solo editorial.
Valga nombrar ahora algunos ejemplos ilustrativos de la mencionada parcialidad demostrada en los editoriales de El País que muestran la orientación del periódico y su hostilidad hacia Venezuela. En un editorial del 11 de marzo llamado “Tregua para Colombia”4, se afirma que “al venezolano [presidente Chávez] no le conviene que Bogotá siga escarbando en el ordenador de Reyes”. Es bastante asombroso que El País dé por ciertos los “datos” encontrados en la supuesta computadora de 4. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Tregua/Colombia/elpepiopi/20080311elpepiopi_2Tes
Reyes, antes de que se hubiera siquiera iniciado una investigación o contrastado los resultados por un ente que no fuera el propio gobierno colombiano. El 4 de marzo, bajo el título “Crisis a tres bandas”5, el editorial de El País anuncia acerca de la tensión entre Colombia, Ecuador y Venezuela: “Porque una vez más la sobreactuación viene del líder venezolano, que ha insultado chulescamente a su homólogo colombiano y utilizado un lenguaje bélico inadmisible en quien no es parte perjudicada. La querencia de Chávez por las FARC —para quienes pide sin rebozo el estatuto de ejército combatiente— arrasa la decencia mínima exigible a un jefe de Estado. Pero tan importante como esta grave afinidad es el hecho de que necesita un chivo expiatorio para galvanizar a los suyos tras la derrota en las urnas de diciembre y los estragos del desabastecimiento venezolano”. El País, haciendo uso de una subjetividad que sobrepasa lo admisible en un medio que se considera “serio”, toma total partido por la causa5.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Crisis/bandas/elpepiopi/20080304elpepiopi_2/Tes
de Colombia, país al que coloca en una posición de víctima, mientras que Chávez es mostrado como el agresor que “arrasa la decencia” por solicitar el otorgamiento de estatus de beligerancia a las FARC, es decir, la aplicación del derecho internacional humanitario en el conflicto colombiano, algo que han planteado desde la ONG internacional Amnistía Internacional hasta familiares de Ingrid Betancourt.
El 14 de febrero, en otro editorial titulado “Chávez lo tiene crudo”6, se escribe: “El líder venezolano utiliza el conflicto con Exxon para combatir la caída de popularidad”. Y se agrega: “El Gobierno del presidente Hugo Chávez nada, o mejor dicho se ahoga, en divisas porque, pese a ese maná inagotable, la ciudadanía hace colas como en la mejor época de la Unión Soviética: no hay leche ni para un remedio y el precio de los artículos de primera necesidad, subsidiados y controlados, es un himno a la inflación. […] La Venezuela de Chávez se está convirtiendo en uno de los mejores clientes de medio mundo,6. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chavez/tiene/crudo/elpepiopi/20080214elpepiopi2/Tes
porque parece aspirar a comprarlo todo y a producir cada vez menos también de todo, excepto de crudo. Pero ese monocultivo exige honradez y competencia en el negocio, valores de los que no parece andar sobrada Caracas”. Este editorial simplemente recuerda a un panfleto de la oposición. Señalar que el “conflicto con Exxon” lo provocó precisamente Exxon y la jugada no le salió nada bien, por cierto, pues los tribunales británicos le dieron la razón al gobierno venezolano. Por otro lado, la comparación entre Venezuela y “la mejor época de la Unión Soviética” donde “no hay leche ni para un remedio” es una grave distorsión de la realidad. El reciente desabastecimiento en Venezuela, que se enmarca dentro de una crisis alimentaria global, tiene muchas aristas, como el acaparamiento, la especulación… Aún así, todos los alimentos siempre estuvieron y están al alcance de los ciudadanos gracias a iniciativas del gobierno como la Misión Mercal, donde los alimentos de la cesta básica se venden a precios subvencionados.
Por último, es también muy desafortunada la afirmación de que Venezuela produce “cada vez menos de todo”, pues la producción agrícola de Venezuela ha subido de 15,8 a 19,6 millones de toneladas durante los últimos seis años, es decir que subió en 24%, por poner sólo un ejemplo.
El 27 de enero aparece un editorial titulado “Operación Balboa”7 , cuyo subtítulo alega:
“Hugo Chávez recurre ya sin ningún freno al improperio contra todo lo que le disgusta”, y continúa: “El presidente venezolano, Hugo Chávez, parece haberse extendido a sí mismo un cheque en blanco para decir lo que le dé la gana, cuando le dé la gana y contra quien le dé la gana. Pero este fin de semana el autoproclamado líder bolivariano ha superado la barrera de la demagogia para formular una acusación tan absurda como grave: Bogotá está fabricando con la desconocida Operación Balboa un casus belli para que Washington inicie acciones de guerra, con la presumible colaboración colombiana, contra Caracas.” Se concluye hablando de “un Chávez que por momentos deja de ser un mero engorro diplomático para convertirse progresivamente en un peligro público7.
http://www.elpais.com/archivo/buscando.html
latinoamericano.” Una posible Operación Balboa no parece una idea descabellada, sobre todo a la luz de lo que ha sido la historia reciente de América Latina, plagada de invasiones del ejército estadounidense o golpes apoyados directamente por la Casa Blanca. Al afirmarse que Chávez se está convirtiendo en un “peligro público latinoamericano” lo que sí se está haciendo es reconocer la importante influencia que el mandatario venezolano ejerce en el continente, y claro está que para los intereses económicos que El País representa, esto es un “peligro”.
El editorial “Un millón de voces”8, del 5 de febrero, dice que el hecho de que “Hugo Chávez se ha convertido en el único canal por el que las FARC van liberando rehenes con cuentagotas” lo hace “todo aún más inmanejable” en Colombia. Este es un comentario de nuevo muy desatinado, pues incluso entre los medios de comunicación adversos a todo lo que ocurre en Venezuela se reconoce el fundamental papel que Chávez ha jugado y sigue8. http://www.elpais.com/articulo/opinion/millon/voces/elpepiopi/20080206elpepiopi_2/Tes
jugando en la liberación de rehenes y el proceso de paz. Chávez ha sido el único interlocutor, junto a Piedad Córdoba, en el que confiaban las FARC, y por esta razón le entregaron seis rehenes. De hecho, el 9 de diciembre de 2007, después de que el presidente Álvaro Uribe diera por terminada la mediación de Chávez, Yolanda Pulecio, madre de la secuestrada ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, expresó: “nosotros los familiares de Ingrid le pedimos al presidente Chávez que siga interviniendo, que no se vaya a retirar [de la negociación], que continúe con nosotros”, y posteriormente, el 15 de enero afirmó que Venezuela “es la esperanza y la solución”, lo que repitió en muchas ocasiones en meses posteriores.
Matrices en artículos de opinion sobre
Venezuela en el diario El País entre el
15 de enero y el 15 de marzo
Negativos 24%
Muy negativos 76%
De un total de 21 artículos de opinión,
16 fueron muy negativos y 5 negativos,
es decir, 76 y 24%, respectivamente. No
hubo ningún artículo de opinión positivo,
o ni siquiera neutro, acerca de Venezuela
publicado en El País.
Los datos aportados arriba se corresponden
con el lapso de tiempo entre el 15
de enero y 15 de marzo de 2008. Cabe
destacar que durante el año 2007, El País
vinculó a Chávez con el calificativo “autoritario”
34 veces, diez veces “dictador”,
siete “totalitario”, más un sinnúmero de
veces “caudillo” y “populista”.
Los términos “autoritario”, “totalitario” y
“dictador” no dan lugar a la interpretación
o ambigüedad, por lo que su uso no puede
adjudicarse a una persona al menos
que exista una base jurídica sobre la que
sustentar el argumento. Venezuela es una
democracia, eso no tiene discusión, razón
por la que los apelativos usados en contra
del presidente de Venezuela son falsos y
constituyen calumnias.
22 23
Temas recientes
presentados de manera
sesgada
Acabamos de ver la gran cantidad de
artículos que se producen en el diario El
País sobre Venezuela y que la mayoría son
muy negativos. En la sección que a continuación
iniciamos, vamos a analizar cómo
ha sido el tratamiento de los temas más
abordados por el periódico recientemente
en relación a Venezuela.
Cabe destacar, a modo de introducción, que
la realidad venezolana reflejada en El País es
muy limitada, los temas suelen centrarse en
la imagen del presidente Chávez y en algunas
de las decisiones de su gobierno. En el olvido
suelen quedar, salvo contadas excepciones,
como el éxito de la Orquesta Sinfónica Juvenil,
logros y avances de la sociedad venezolana
que constituyen fundamentales elementos
de la realidad para entender el país, como la
organización en el ámbito comunitario, los logros
de los programas sociales, la ecología, la
cultura popular o las comunidades indígenas,
entre otros.
Los supuestos vínculos
de Chávez con las
FARC y el canje
humanitario
Desde el inicio de las gestiones del presidente
Hugo Chávez, su objetivo como
mediador en el conflicto interno que sufre
Colombia no ha sido otro que conseguir la
paz. Hasta ahora sus gestiones han sido
muy fructíferas, habiendo conseguido la
liberación de seis rehenes en manos de
las Farc y expresando la disponibilidad del
gobierno venezolano para continuar con
los esfuerzos para la liberación de otros,
entre ellos, Ingrid Betancourt.
El 16 de diciembre de 2007, se publicó en
El País un reportaje de John Carlin bajo el
nombre “El narcosantuario de las Farc”9. Sin
prueba alguna, Carlin presenta gravísimas
acusaciones de que existe una “extensa y
sistemática cooperación en Venezuela con la
narcoguerrilla en cuanto al transporte de la
9. El reportaje entero se puede leer aquí:
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/narcosantuario/
FARC/elpepusocdmg/ 20071216elpdmgrep_1/Tes
24 25
droga por aire, tierra y mar; al suministro de
armas y la protección sobre el terreno que
reciben de sectores de las fuerzas armadas;
y a la inmunidad legal de facto que les conceden
elementos del Estado”. Carlin dice
que lo ha “escuchado” de fuentes anónimas
así que, convenientemente para él, no hay
manera de comprobar sus “revelaciones”
—o más bien rumores.
Contradiciendo las aseveraciones de
Carlin en El País, Venezuela logró capturar
en 2007, igual que en 2006 y 2005, la
tercera mayor cantidad de cocaína en el
mundo —esto según el recién publicado
Informe de la ONU sobre la Droga (World
Drug Report 2007).
En otro reportaje del 11 de marzo, titulado
“Colombia acorrala a la guerrilla”10, Maite Rico
habla una vez más de acusaciones gravísimas
como si fuesen hechos: “el apoyo logístico y
político prestado a la guerrilla por Ecuador y
Venezuela (que ha enviado armas y dinero)
puede dificultar el empeño de Colombia de
poner fin a casi cuatro décadas de horror”.
10. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Colombia/
acorrala/guerrilla/elpepiint/20080311elpepiint_12/Tes
El 16 de enero, Joaquín Villalobos escribió
en El País el artículo “Legitimidad a cambio
de rehenes maltratados”11 , donde el autor
alega que Chávez con el “reconocimiento
político a las FARC, reaviva la violencia
colombiana, le abre las puertas de su país
a la cocaína y lo convierte en protector de
unos crueles narcoterroristas”.
El 17 de enero, se publicó en El País
un editorial del Washington Post titulado
“Chávez ‘aliado’ de las FARC”12, donde de
manera muy irresponsable se afirma que
Chávez “promociona abiertamente a grupos
de narcotraficantes y secuestradores”.
El 23 de enero, M.Á. Bastenier, en un artículo
de opinión llama a Chávez “garrulo”
y lo acusa de bucear “en el absurdo de
pedir a la comunidad internacional que
retirara a las FARC de la lista de organizaciones
terroristas”.
11. http://www.elpais.com/articulo/opinion/
Legitimidad/cambio/rehenes/maltratados/
elpepiopi/20080116elpepiopi_5/Tes
12. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Chavez/
aliado/FARC/elpepuint/20080117elpepuint_7/Tes
26 27
Estos ataques se produjeron después
de que el presidente Chávez hubiera
planteado que para lograr la solución del
conflicto habría que dejar de tildar a los
grupos guerrilleros (FARC y ELN) como
terroristas, siempre y cuando el proceder
de estos grupos se ajuste a los Convenios
de Ginebra que regulan el Derecho Internacional
Humanitario. Como ya hemos
subrayado, esto ha sido igualmente sugerido
por Amnistía Internacional y familiares
de los rehenes, por nombrar sólo algunos
de quienes apoyan esta postura.
En conclusión, El País está, por medio
de sus artículos y editoriales, lanzando
acusaciones muy graves sin base alguna
en la verdad y claramente tendenciosas,
que no sólo perjudican la reputación y
opinión sobre Venezuela y su gobierno,
sino que dificultan la posibilidad de avanzar
en el de por sí difícil camino de llegar
a la paz en Colombia.
Cobertura sesgada del
caso Exxon
Mientras Exxon-Mobil intentó congelar activos
de Pdvsa en tribunales extranjeros, El
País presentó a Venezuela como agresor
que “arremete” contra la empresa petrolera
y la “acusa” de intentar desestabilizar al
país.13 El medio llegó a acusar al presidente
Chávez de provocar el conflicto con
Exxon-Mobil para desviar la atención de
una supuesta crisis interna en Venezuela.14
En algunas noticias, como por ejemplo
“Exxon logra el bloqueo de 8.400 millones
de Pdvsa”15, del 8 de febrero, se habló de
“expropiación” sin mencionar indemnizaciones.
En la noticia “EEUU dice que respalda
13. Así pasa por ejemplo en la noticia “Caracas
niega la congelación de activos de PDVSA y arremete
contra ExxonMobil” del 8 de febrero: http://www.
elpais.com/articulo/internacional/Caracas/niega/
congelacion/activos/PDVSA/arremete/ExxonMobil/
elpepuint/20080208elpepuint_22/Tes
14. Un ejemplo de esta matriz se puede ver en
el editorial “Chávez lo tiene crudo”: http://www.
elpais.com/articulo/opinion/Chavez/tiene/crudo/
elpepiopi/20080214elpepiopi_2/Tes
15. http://www.elpais.com/articulo/economia/
Exxon/logra/bloqueo/8400/millones/PDVSA/
elpepieco/20080208elpepieco_9/Tes
28 29
a Exxon en su pelea contra Venezuela”16,
del 13 de febrero, se alegó que Exxon
busca una compensación “justa” por la
“confiscación de activos”. El País difundió
la matriz de que Exxon “tenía la razón” en
estar en desacuerdo con las nuevas condiciones
impuestas por Venezuela, y que
son las petroleras que se quedaron en
Venezuela que hicieron la “vista gorda” de
la “ilegalidad” de las nuevas normas. Afirmó
además que los inversores estadounidenses
lo tienen difícil en Venezuela por ser
Chávez muy crítico con EEUU.17
16. http://www.elpais.com/articulo/internacional/
EE/UU/dice/respalda/Exxon/pelea/Venezuela/
elpepuint/20080213elpepuint_18/Tes
17. Véase la noticia del 9 de febrero “Exxon Mobil
pone en aprietos a Chávez”. http://www.elpais.com/
articulo/internacional/Exxon/Mobil/pone/aprietos/chavez/
elpepiint/20080209elpepiint_2/Tes
El caso de Los
Simpsons: otra
campaña más para
mostrar Venezuela
como país donde
no existe libertad de
expresión
Después de la decisión de Conatel de que
Los Simpsons no deberían de ser mostrados
en la franja horaria infantil, El País escribió
cuatro artículos sobre el tema entre el
9 y el 16 de abril de 2008: “‘Los Simpson’,
prohibidos para los niños en Venezuela”18,
“Hugo contra Bart”19, “Chávez contra ’Los
Simpson’”20 y “Dictadores”21. Todos estos
artículos intentan vincular la decisión con la
persona del presidente Chávez y asociarla
con la censura mediática. Los dos últimos
18. http://www.elpais.com/articulo/gente/simpson/prohibidos/
ninos/venezuela/elpepugen/20080409elpepuage_1/Tes
19. http://www.elpais.com/articulo/pantallas/hugo/bart/
elpepirtv/20080410elpepirtv_6/tes
20. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chavez/
Simpson/elpepiopi/20080411elpepiopi_3/Tes
21. http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Dictadores/
elpepirtv/20080416elpepirtv_4/Tes
30 31
son artículos de opinión extremadamente
negativos. “Chávez contra los Simpsons”
divulga no sólo opiniones sesgadas sino
también mentiras y datos confusos que
muestran la formación y virulencia con la
que escriben los periodistas de este diario,
como es afirmar que se le ha quitado
la concesión a Globovisión: “La medida
constituye otra señal de autoritarismo y de
puritanismo cultural por parte del régimen
de Chávez, que parece usar Conatel como
su mando a distancia sobre la televisión
en Venezuela, que usó también contra
Globovisión, la cadena más crítica, que se
ha pasado al satélite”. El autor del artículo
“Dictadores” llama al Presidente Chávez
“payaso”, “caudillo” y “dictador” en pocas
líneas y afirma que sus “mandados” han
ordenado “suspender” Los Simpsons.
Es menester recordar que la decisión que
tomó Conatel no censuró ningún programa,
sino que únicamente se obligó al canal privado
Televen, uno de los muchos canales
privados que existen con señal abierta en
Venezuela, a cambiar el horario de Los
Simpsons para no mostrar este programa
en el denominado horario infantil. Se trató
de hacer respetar el horario “para todo
público”, que establece la llamada Ley de
Responsabilidad en Radio y Televisión entre
las 7:00 am y las 7:00 pm. Efectivamente,
Los Simpsons volvieron a ser retransmitidos
días después, pero en vez de estar desde las
11 am, se transmitió a las 7 pm, justo cuando
termina el horario apto para todo público.
Fuera de Venezuela, la cobertura de este
hecho noticioso, en principio sin importancia
internacional, fue exagerada. Algunos
medios, como El País, presentaron
la noticia como una prohibición absoluta
por parte del gobierno venezolano contra
la producción televisiva estadounidense y
como una medida de censura motivada
también en que Los Simpsons constituían
una amenaza y crítica contra Chávez, algo
intolerable para el “régimen”, distorsionando
completamente la verdad del asunto y
las motivaciones reales.
32 33
Encuestas usadas para
demostrar la supuesta
baja de la popularidad
de Chávez y alegar
fallas en el sistema
democrático venezolano
En el editorial “Chávez lo tiene crudo”, del 14
de febrero, El País escribe que “una firma
encuestadora venezolana registra en unos
meses una caída de la popularidad del líder
bolivariano de 65% a 38%”. Tomando en
cuenta la fecha de la publicación del artículo
y los datos citados, se sabe que se trata de
la encuesta de Keller y Asociados, la misma
empresa que en las elecciones presidenciales
de 2006 preveía que Chávez perdería por
24,7 puntos porcentuales, mientras que en
realidad triunfó con 62,87% frente a Manuel
Rosales, con 36,88%. Cabe destacar que la
encuesta de Datanálisis, del mismo período
que la de Keller, dio al presidente 52% de
popularidad.
A pesar de que los datos citados por el
editorial fueron rebatidos en una réplica del
embajador venezolano en Madrid, Alfredo
Toro Hardy22, El País volvió a publicar el 16
de abril encuestas de dudosa legitimidad.
Bajo título “Un 60% de los venezolanos
rechaza las políticas de Chávez”23, El País
citó encuestas de Consultores 21 e Hinterlaces,
que no especificaban la ficha técnica
del sondeo ni su metodología. Estas dos
encuestadoras tienen muy poca credibilidad
debido a sus conocidos vínculos con
partidos de la oposición venezolana, y sus
previsiones erradas en el pasado. Recordemos
que a pocos días de las elecciones
presidenciales de 2 de diciembre de 2006,
Hinterlaces daba a Chávez tan sólo 45%;
un error de 17 puntos porcentuales. Según
Consultores 21, Chávez obtenía 53% y
Rosales 40%, de ahí que la empresa redujo
la diferencia porcentual entre los dos candidatos
a 13 puntos frente a los 26 puntos
que finalmente resultó ser.
Según una encuesta del Instituto Venezolano
de Análisis de Datos, publicada a
22. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Precisiones/
elpepiopi/20080219elpepiopi_9/Tes
23. http://www.elpais.com/articulo/internacional/
venezolanos/rechaza/politicas/Chavez/
elpepuint/20080416elpepuint_10/Tes
34 35
principios de abril de 2008, en las mismas
fechas que las de Consultores 21
e Hinterlaces, 66,5% de los venezolanos
aprueba la gestión de Chávez, frente a
31% que la rechaza.
El mismo día, 16 de abril, El País publicó
también un artículo titulado “Los países
andinos con mayor nivel de democracia
son los que menos creen en ella”24, el
cual hace referencia a un informe de la
Comisión Andina de Juristas (CAJ). Dicho
informe afirma, escribe El País, que “pese
a que Venezuela registra la mayor falta de
respeto a la democracia de la región andina,
un 77% de sus habitantes confía en la
democracia y un 59% se muestra satisfecho
con la misma. […] Según el informe, esta
aparente contradicción se debe a que “gran
parte de la ciudadanía andina aún relaciona
democracia con asistencialismo y no con
representación y división de poderes”. La
CAJ utiliza una ridícula argumentación al basar
el alegato de que los venezolanos están
contentos con su democracia porque confunden
esta palabra con asistencialismo.
24. http://www.elpais.com/articulo/internacional/
paises/andinos/mayor/nivel/democracia/creen/
elpepuint/20080416elpepuint_7/Tes
Cabe señalar que la CAJ, una organización
de dudosa reputación financiada por
EEUU a través de la National Endowment
for Democracy25, no elabora sus propias
investigaciones y encuestas, sino que
interpreta subjetivamente las elaboradas
por otros, como ha ocurrido en el presente
caso al manipular datos muy positivos
sobre la percepción de la democracia en
Venezuela recogidos por Latinobarómetro.
De hecho, el informe de Latinobarómetro,
cuyos datos son tergiversados por la
CAJ, colocaba a Venezuela como uno de
los dos países de Sudamérica con mayor
nivel de satisfacción con el funcionamiento
de su democracia: 59% frente a una
media regional de 37%.
En conclusión, se puede ver que El País
publica sólo unos pocos estudios sobre el
desempeño de la democracia venezolana
y unas pocas encuestas sobre el apoyo al
gobierno, eligiendo los negativos aunque
sean de dudosa calidad y sus autores
25. Como se puede comprobar en la misma página web
de la NED: donación de más de 60 mil dólares a la CAJ
http://www.ned.org/grants/04programs/grants-lac04.
html, otra donación de 45 mil dólares http://www.ned.
org/grants/02programs/grants-lac.html
36 37
no gocen de legitimidad alguna. De este
modo el diario español demuestra una vez
más que no está haciendo periodismo,
sino política.
Respuestas a El País
por su clara parcialidad
Unos pocos días después de la publicación
del reportaje de John Carlin “El narcosantuario
de las FARC”, arriba comentado
y que vierte unas gravísimas acusaciones
sobre la supuesta cooperación en el tráfico
de drogas entre las FARC y las autoridades
venezolanas, el embajador de Venezuela
en España, Alfredo Toro Hardy, mandó al
diario una réplica26, donde subraya que “El
artículo no puede considerarse como un
reportaje periodístico serio o responsable,
pues no cita una sola fuente debidamente
identificada o verificable”. Hardy agrega:
“Sorprende que uno de los elementos
recurrentes del texto, la vinculación en
26. La réplica titulada “Precisiones” está accesible en
la página de El País: http://www.elpais.com/articulo/
opinion/Precisiones/elpepiopi/20071222elpepiopi_8/Tes
materia de tráfico de drogas entre fuerzas
de seguridad venezolanas y las FARC colombianas,
en ningún momento haya sido
elevado a las consideraciones de la Oficina
Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA),
por parte del Departamento Administrativo
de Seguridad colombiano (DAS) o del
Drug Enforcement Administration de los
Estados Unidos (DEA)”. Desmiente también
el fragmento del reportaje que dice:
“El País, pese a sus numerosos intentos,
no logró obtener —hasta el cierre la noche
del jueves de esta edición— una reacción
de las autoridades venezolanas a las declaraciones
recogidas en este reportaje”,
explicando que “El periodista formuló una
imperativa solicitud a esta Embajada por
vía electrónica, requiriendo una toma de
posición sobre los temas que abordaría
en su extenso artículo. En la solicitud no
sólo se invertía la carga de la prueba, sino
que, sin proporcionar el texto del artículo,
se exigía una respuesta a pocas horas del
cierre mismo de la edición.”
Después de que el 11 de marzo la corresponsal
de El País en Bogotá, Maite
Rico, en el ya mencionado reportaje
38 39
titulado “Colombia acorrala a la guerrilla”27
se permitiera dar por ciertos los datos
que supuestamente se encontraron en
la computadora de Raúl Reyes al afirmar
la existencia de un “apoyo logístico y político
prestado a la guerrilla por Ecuador
y Venezuela (que ha enviado armas y
dinero)”; y después de que el editorial del
mismo día aseverase que “al venezolano
[por el presidente de Venezuela] no le
conviene que Bogotá siga escarbando en
el ordenador personal de Reyes”28, el 13
de marzo el Embajador de Venezuela en
España replicó las dos publicaciones denunciando
que no se puede dar por cierta
una información aún por comprobarse29.
La respuesta de Hardy, como imponen
las estrictas reglas de El País a toda carta
al director, tuvo que ajustarse a la escueta
27. El artículo completo se puede ver en el siguiente enlace:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Colombia/acorrala/
guerrilla/elpepiint/20080311elpepiint_12/Tes
28. El Editorial se llama “Tregua con Colombia” y
puede encontrarse en la siguiente página web: http://
www.elpais.com/articulo/opinion/Tregua/Colombia/
elpepiopi/20080311elpepiopi_2/Tes
29. La respuesta del embajador Hardy puede verse
en el siguiente enlace: http://www.elpais.com/
articulo/internacional/FARC/hallan/refugio/Ecuador/
elpepiint/20080312elpepiint_1/Tes
cantidad de 1.800 caracteres. Lo justo
sería tener la posibilidad de contestar
con la misma cantidad de caracteres que
utilizaron aquellos que dieron por cierta una
información tergiversada o no contrastada y
utilizaron fuentes de información no fiables.
Un día después de la anterior publicación,
Maite Rico volvió a la carga y publicó la noticia
“Las FARC hallan refugio en Ecuador”30.
El desatino esta vez fue mayor al asegurar
Rico, basándose en las declaraciones de
“un ex guerrillero”, que Ecuador se ha convertido
en un “santuario” de las FARC. Para
reforzar sus planteamientos, la periodista
cita a un funcionario de la OEA que constató
haberse cruzado en “comedores del área
fronteriza [con Colombia] con miembros de
las FARC perfectamente pertrechados”.
La respuesta fue contundente en esta
ocasión, y desde Ecuador se convocó
una rueda de prensa en la que el ministro
de Defensa, Wellington Sandoval, denunció
una campaña de descrédito contra
Ecuador señalando la falta de veracidad
30. La respuesta del embajador Hardy puede verse en el
siguiente enlace: http://www.elpais.com/articulo/internacional/
FARC/hallan/refugio/Ecuador/elpepiint/20080312elpepiint_1/Tes
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de las fuentes utilizadas por El País. Esta
rueda de prensa no fue mencionada en
ninguno de los principales medios de
comunicación españoles, entre ellos, El
País31. Sin embargo, el diario español sí se
vio forzado a publicar un par de réplicas en
sus páginas por el artículo de Rico, una del
embajador de Ecuador en España, Nicolás
Issa Obando, y otra del Secretario General
de la OEA, José Miguel Insulza. Mientras
que Obando dijo haber recibido con “indignación
y con sorpresa […] afirmaciones
tendenciosas que lesionan la dignidad de
todo un país”32, Insulza declaró haber leído
con “estupor e indignación” el artículo y le
espetó a la periodista, en relación a las supuestas
declaraciones del funcionario de
la OEA, que vio a guerrilleros de las FARC:
“estoy en condiciones de asegurar a usted
que tal afirmación es absolutamente
falsa”.33
31. Para saber más sobre la rueda de prensa se puede
consultar la siguiente página web: http://www.telesurtv.net/
secciones/noticias/nota/25441/ecuador-reitera-que-no-tienevinculos-
con-farc-y-condena-campana-mediatica/
32. La réplica del embajador Obando se puede leer
en la siguiente enlace: http://www.elpais.com/
articulo/opinion/Respuesta/Embajada/Ecuador/
elpepiopi/20080315elpepiopi_8/Tes
33. La réplica del Secrario de la OEA, Insulza, se puede
A finales de marzo, el ministro del Poder
Popular para la Comunicación y la Información,
Andrés Izarra, harto del tratamiento
de las noticias sobre Venezuela, publicó
una carta dirigida al director de El País,
Javier Moreno, en la que exponía una
gran cantidad de casos que mostraban
la obvia hostilidad de este diario hacia Venezuela34.
Al concluir la carta el ministro
escribió: “Después de considerar estos
ejemplos podemos afirmar sin miedo a
equivocarnos que el medio que usted dirige,
Sr. Moreno, ha violado los principios
establecidos en su propio libro de estilo
que asegura la ‘presentación diariamente
de una información veraz’, la transmisión
del ’periodista… a los lectores de noticias
comprobadas, y la abstención de incluir en
ellas sus opiniones personales’. Finalmente,
ha violado la norma de ‘acudir siempre
a las dos partes’ en casos conflictivos y
la obligación de ‘contrarrestar la información’
con ‘por lo menos dos fuentes’. El
desprecio de su diario por la verdad y
leer en el siguiente enlace: http://www.elpais.com/articulo/
opinion/Respuesta/OEA/elpepiopi/20080315elpepiopi_7/Tes
34. La carta escrita por el ministro Izarra se puede leer en
su totalidad en el siguiente enlace: http://www.abn.info.ve/
go_news5.php?articulo=125942&lee=18
42 43
la negación del acceso a la información
veraz con referencia a Venezuela han
sido recurrentes, y evidencia una clara
campaña contra el presidente Chávez y
su gobierno.”
Unas semanas más tarde, al ver que los
hostiles ataques de El País contra Venezuela
no cesaban, el ministro Andrés
Izarra volvió a mandar una carta al medio,
esta vez denunciando tres artículos tendenciosos
sobre Venezuela que en un
solo día, el 16 de abril, publicó el diario
español. Se trata de los artículos ya comentados
en esta publicación: el primero
titulado, “60% de venezolanos rechaza
políticas de Chávez”, que cita encuestas
de empresas de muy poca credibilidad
y cercanas a la oposición; el segundo,
“Los países andinos con mayor nivel de
democracia son los que menos creen en
ella”, que hace referencia a un informe de
la Comisión Andina de Juristas (CAJ), organización
financiada por EE.UU. a través
de la National Endowment for Democracy;
por último, “dictadores”, que llama al
Presidente “payaso”, “tirano” y “dictador”,
además de, según denuncia el ministro,
“divulga información falsa al presentar
la decisión de la Comisión Nacional de
Telecomunicaciones de cambiar la franja
horaria de la emisión de Los Simpsons de
la infantil a la nocturna, como un acto de
censura ordenado por el Presidente.” Para
Izarra, “Esta parcial cobertura de Venezuela
en El País desde el inicio del gobierno
bolivariano está afectando seriamente la
credibilidad del diario”.
De este modo, vemos que en un corto lapso
de tiempo El País vio en demasiadas ocasiones
puesta en tela de juicio su cobertura de
Venezuela, afectando esto su credibilidad.
Sin embargo, sólo la minoría de sus lectores
se da cuenta de la manipulación de la información
que leen debido a la “diferencia de
armas” con las que cuentan quienes quieren
contestar las noticias falsas o tergiversadas
que publica este diario.
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Mecanismos para
combatir a El País
y conclusión
Como hemos visto, el tratamiento de la
información dada por el diario El País en
la gran mayoría de los artículos que tratan
sobre Venezuela, ya sean de opinión,
reportajes, entrevistas, editoriales o incluso
noticias, suponen una tergiversación
grave de la realidad, cuando no simples
mentiras. La intención, como muestra la
presente investigación, es bastante clara:
desacreditar al presidente Chávez y al gobierno
bolivariano a escala internacional,
para de esta manera restar credibilidad a
sus acciones.
El País y los mecanismos legales existentes
dejan poco espacio para el control
de este monstruo mediático. El mismo
periódico ofrece el mecanismo de poder
escribir cartas al director, que no pueden
exceder 30 líneas o 1.800 caracteres,
independientemente de la persona que
lleve a cabo la réplica o la extensión de
las noticias que se quieren rebatir, por lo
que siempre constituyen un mecanismo
en el que el agraviado se encuentra en
desventaja, ya que, además, queda al
arbitrio del medio publicar o no la carta.
Además, supuestamente, El País tiene un
“defensor del lector” a quien se le pueden
mandar cartas y éste, si lo considera
pertinente por el número y relevancia, las
contesta y comenta, pero a la vista de su
trabajo debería cambiársele el nombre por
“defensor de El País”.
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Este periódico también posee un Libro
de Estilo35 al que todas sus publicaciones
tienen que adaptarse. Por desgracia,
como hemos visto, el propio periódico
suele abusar de su “autoimpuesto” código
deontológico.36
35. http://estudiantes.elpais.es/libroestilo/indice_estilos.htm
36. Entre las propias normas que El País viola con
frecuencia se encuentran las siguientes:
1.2. El País se esfuerza por presentar diariamente una información
veraz, lo más completa posible, interesante, actual y de alta
calidad, de manera que ayude al lector a entender la realidad y a
formarse su propio criterio.
1.3. El País rechazará cualquier presión de personas, partidos
políticos, grupos económicos, religiosos o ideológicos que traten
de poner la información al servicio de sus intereses. Esta independencia
y la no manipulación de las noticias son una garantía para
los derechos de los lectores, cuya salvaguardia constituye la
razón última del trabajo profesional. La información y la opinión
estarán claramente diferenciadas entre sí.
1.12. El periodista transmite a los lectores noticias comprobadas,
y se abstiene de incluir en ellas sus opiniones personales.
1.14 Fuentes. Las informaciones de que dispone un periodista
sólo pueden ser obtenidas por dos vías: su presencia en el
lugar de los hechos o la narración por una tercera persona. El
lector tiene derecho a conocer cuál de las dos posibilidades se
corresponde con la noticia que está leyendo. Para ello, se citará
siempre una fuente cuando el periodista no haya estado presente
en la acción que transmite. Si la información procede de una sola
persona, se hablará de ‘fuente’ en singular.
A nivel legal, existe el llamado derecho a la
rectificación, basado en el derecho constitucional
a recibir una información veraz,
que puede ejercerse ante los tribunales
españoles de manera rápida y sin abogado
para hacer que un medio rectifique,
pero no es sencilla su utilización, pues
1.23. En los casos conflictivos hay que escuchar o acudir siempre
a las dos partes en litigio. Aquellos dudosos, de cierta trascendencia
o especialmente delicados, han de ser contrastados por al
menos dos fuentes, independientes entre sí, a las que se aludirá
siquiera sea vagamente. Siempre se hará constar, en su caso,
que determinada persona supuestamente perjudicada por una
información no ha sido localizada. Pero se explicará con esta
fórmula o similar: ‘este periódico intentó ayer, sin éxito, conversar
con Fulano de Tal para que ofreciera su versión’.
1.24. Si una información recoge hechos radicalmente distintos
según los narre una fuente o los explique otra enfrentada con la
anterior, y el periódico no se define en el texto por ninguna de
ellas, el titular no podrá ser adjudicado a una de las dos versiones
en detrimento de la otra
Artículo 20.1.d) de la Constitución española.
La rectificación aparece regulada en la Ley Orgánica española
2/1984, cuyo artículo primero consta: “Toda persona, natural
o jurídica, tiene derecho a rectificar la información difundida,
por cualquier medio de comunicación social, de hechos que
le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda
causarle perjuicio. Podrán ejercitar el derecho a rectificación el
perjudicado aludido o sus representantes y, si hubiese fallecido aquél,
sus herederos o los representantes de éstos.” La posibilidad que
ofrece la rectificación es de replicar la información publicada con una
extensión similar a la del artículo al cual responde y debe de ejercerse
en los siete primeros días después de que se produjo la publicación.
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solamente la persona agravada directamente
puede ejercitarla. Por ejemplo, sería
difícil reclamar la publicación de datos
falsos que dañan la imagen de Venezuela
en general.
Venezuela está realmente sometida a un
“cerco mediático” por parte de medios
como El País, y ante está situación, para
que el mensaje de lo que realmente está
ocurriendo se dé a conocer, urge poner
nuevas estrategias en acción. Los medios
comunitarios o la organización de
foros como el recientemente celebrado
en Caracas bajo el nombre “Encuentro
Latinoamericano contra el Terrorismo
Mediático” son muy útiles, pero se debe
seguir trabajando para acabar con lo que
más le duele a un medio como El País,
su credibilidad y reputación, pues con
respecto a Venezuela, este renombrado
diario español tiene muy poca.